He aquí información valiosa que la ciudadanía debe conocer y a partir de este conocimiento asumir su responsabilidad individual y colectiva. La vida de los productos en la naturaleza:

Los envases de espuma flex duran una eternidad, no son biodegradables, no se destruyen en la naturaleza.  No se conoce la vida de los envases de vidrio, es probable que duren igual que los primeros, los envases de plástico tienen una duración de 1´000.000 (un millón) de años antes de ser, digamos, digeridos por la naturaleza, los pañales desechables entre 500 y 600 años, los envases de aluminio de 200 a 500 años, los plásticos de fundas y similares 450 años, los envases de hojalata de 80 a 100 años, los artículos de cuero de 40 a 50 años, los de madera de 10 a 15 años, los de lana 1 año, los de 100% algodón 5 meses, los de papel 1 mes y por ultimo las cáscaras de banano de 3 a 4 semanas.

Como podrá apreciar el lector, la situación es preocupante y pasa a ser alarmante con las siguientes cifras relacionadas únicamente a los Estados Unidos.  Cada ciudadano americano produce al día cerca de 9 libras de basura.  El reciclaje del aluminio economiza el 95% de la energía que se requiere para producir un nuevo envase.  El vidrio no se destruye nunca, se puede reciclar eternamente.

El consumo de botellas de plástico para bebidas gaseosas de cada año puede circundar la Tierra más de cuatro veces.

Las botellas de vidrio que se consumen cada dos semanas llenarían el volumen correspondiente a las recordadas torres gemelas del World Trade Center de Nueva York.  El consumo de papel de oficina de cada año permitiría construir una muralla de 3.65 m de alto entre Nueva York y Los Angeles y se consume suficiente aluminio, cada tres meses, como para renovar la totalidad de la flota aérea comercial de Estados Unidos.

Con estos antecedentes cada vez que observo los vasos plásticos, bolsas y otros envases en nuestras calles, parques y plazas me invade el terror de vivir en una sociedad global irresponsable, en donde en muchos países del tercer mundo y otros que no solo no tienen conciencia y conocimiento del problema, no conocen lo que es reciclar sino que no tienen la suficiente educación y responsabilidad de arrojar a basura en los basureros y sitios de recolección y que éstas se encuentran por doquier, taponando las alcantarillas, bloqueando ríos, fuentes de agua y hasta creando islas de desechos plásticos en los océanos afectando la vida de muchas especies animales por una eternidad, pues ya se indicó que no se destruyen nunca.

Nuestros hijos y los hijos de los hijos de nuestros hijos nos maldecirán hasta el infinito por la pesadilla que hemos creado y legado en herencia nefasta de un consumismo materialista que aspira a imitar a Dios en su eterna creatividad creando basura indestructible y así mismo eterna. 

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