Este sentimiento que forma parte de nuestras vidas todos los días, es lo opuesto a la tristeza que fue el tema tratado con anterioridad y, al igual que el sentimiento opuesto, es una constante sentimental. La alegría nos oxigena y genera multiplicidad de efectos físicos y síquicos positivos. Son muchos los hechos de la vida diaria que nos generan alegría. Si somos del tipo de personas reflexivas nos alegramos desde el momento que abrimos los ojos cada mañana. Alegría por estar vivos, sanos, tener trabajo, relaciones sentimentales y de familia positivas y enriquecedoras y así según cada persona por varias otras razones. Esto, podríamos decir, es como la alegría básica que se sustenta en la visión positiva de la vida.

Pero hay hechos que nos generan alegría por nuestras propias actuaciones, logros, conmemoraciones, suerte o por las de nuestros familiares o amigos o por las de otras personas, organizaciones o instituciones o por nuestras ciudades y/o países para mencionar algunos casos y entender la alegría como un sentimiento personal, familiar, social, colectivo, nacional, etc., festejamos con alegría nuestro cumpleaños, los de nuestros hijos, nuestros amigos, pero también los años del nacimiento por ejemplo de Jesús con la Navidad, la de las fiestas cívicas locales o nacionales, los triunfos de nuestros deportistas o de nuestros equipos, en fin una larga lista de razones para alegrarnos.

Lo que nos lleva a la conclusión que la alegría, siendo un sentimiento individual y personal que se genera por razones personales, familiares, sociales, colectivas, etc., es a su vez un sentimiento colectivo que nos lleva a reconocer, por ejemplo, a una ciudad como alegre o a uno de sus barrios, a una institución o grupo social como tal. Podríamos añadir que la alegría es contagiosa y que constituye una filosofía de vida y una manifestación cultural de la persona y de la sociedad. Es un sentimiento que le da vida a nuestras vidas y como dice al diccionario con la definición que inicie esta reflexión es un sentimiento vivo.

Finalmente como dice la conocida canción: “Gracias a la vida que me ha dado tanto…” entre otras cosas la alegría para concluir con el pensamiento de Li Po:  “El mundo está lleno de pequeñas alegrías; el arte consiste en saber distinguirlas.”

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