Yo pienso que: “Cultura o civilización es lo que somos y hacemos los seres humanos en un determinado tiempo y en un espacio o territorio.” Esto significa como hemos adecuado y expresado en todos los campos en la época en los que nos correspondió vivir y en el entorno en el que nos desarrollamos.

Sin embargo, esta sencilla definición y reflexión tiene una variable que dimensiona el espacio o territorio más allá de los límites de una ciudad, región, estado y aún continente.

Por lo que la expresión cultural se fusiona con el concepto de civilización y puede desbordar esos límites indicados en razón de unas variables más amplias que la condicionan. Así podemos hablar de la cultura judeo cristiana o musulmana, de la cultura europea o latinoamericana, de la cultura hispana, anglo, francesa, japonesa, italiana, árabe, china, rusa, por graficar unos ejemplos.

Por lo tanto la cultura tendría diferentes apreciaciones y medidas desde la perspectiva y lectura que hagamos de la misma y desde la medida que utilicemos. Para graficar lo anterior, si medimos la cultura o civilización, desde la perspectiva de un idioma o religión esta tiene una dimensión mucho más grande y supera ciudades, religiones, estados y continentes.

Sucede lo mismo desde la perspectiva de la variable tiempo. Podemos así decir como efectivamente lo hacemos, la civilización o cultura del siglo dieciocho, diecinueve o veinte en la que hacemos una suma de variables que se las puede caracterizar y dimensionar subdividiéndolas a su vez por regiones o continentes.

Como se puede apreciar, partimos de una definición sencilla pero como mencioné ésta se complica considerando cada vez nuevas variables que universalizan ciertas actividades que terminan por uniformar prácticamente al planeta. Hoy hablamos de la cultura o civilización de la información, comunicación informática o como ustedes quieran definirla, la que está generada por la revolución de las computadoras, la televisión global, Internet, los teléfonos celulares o móviles, las páginas web y la difusión del conocimiento y la información sin barreras.

Esta gigantesca revolución cultural está cambiando la vida, la política, la actuación, la religión, por solo mencionar algunos aspectos de la vida de los actores, es decir de los seres humanos en el planeta Tierra. Entramos de lleno a una era de cambios que tendrá más profundas y grandes consecuencias que la que tuvo en su día la revolución industrial.

El fenómeno genera diferentes reacciones en países cuyos regímenes se resisten a la fuerza arrolladora del cambio y desean volver al pasado a sistemas totalitarios y a pensamientos cerrados. Otros supuestamente democráticos y modernos pretenden cerrar fronteras a las migraciones, uniformarlas cuando las legalizan, en el uso de sus idiomas, costumbres, comportamientos, rechazando hasta como cocinan sus alimentos. Ello nos lleva al parecer a un choque cultural de civilizaciones en la que cada bloque, desde su perspectiva, considera que tiene la razón y busca imponer su cultura a los que son diferentes.

Considero que la nueva era, que ya nació, deberá recoger los valores culturales de cada segmento de la humanidad, como ejemplo; de las tribus nativas o indígenas, ese amor, cuidado y respecto por la naturaleza, el medio amiente y todas las especies vivientes y así de cada segmento de la humanidad, encontrando un equilibrio entre todas, incluidas por supuesto las religiones, los idiomas y la nueva realidad de todos esos seres humanos resultado de un mestizaje múltiple y de una suma de cosmovisiones diferentes.

Si así lo hacemos alcanzaremos una nueva era de paz y armonía en la humanidad y nuestro planeta. Si actuamos en forma opuesta la confrontación y destrucción que se avecina obligará a la humanidad a reconstruirse de las ruinas con los seres que sobrevivan. Esto marcaría nuestro siglo y nuestra época como la civilización y la cultura de la destrucción, la intolerancia, la corrupción, la codicia y la más irracional en utilizar sus grandes avances técnicos, no para alcanzar la paz, la equidad y la justicia, haciendo uso de la tecnología, sino para lo contrario, la confrontación, la destrucción y la guerra.

¿Usted qué piensa?

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