Según los atlas modernos, nuestro planeta tiene 196 países, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos son 195 y según la ONU son 193.

Las diferencias se dan por cómo se consideran, según criterios diferentes, a los siguientes “países”: Taiwán, Puerto Rico, Palestina, Bermudas, Sahara Occidental y en algunos casos, otros como Groenlandia.

Con estos antecedentes, y la feliz coincidencia de haber recibido del Instituto Sebastián Elcano de Madrid, España, el Informe Anual de la presencia mundial de 100 países, y como una extensión de mis dos artículos anteriores “Tablero de poderes que controlan el mundo I y II”, amplío y concluyo esta reflexión sobre la situación mundial y los poderes que modelan la misma.

El índice que mide Elcano de presencia global lo define como sigue: Este índice mide la presencia global. Por presencia global entendemos la proyección real de los países fuera de sus fronteras en los ámbitos, económico, político y social (exportaciones realizadas, turistas recibidos, competiciones deportivas internacionales ganadas,…” no mide el poder de los países, tampoco considera la proyección exterior de los países ni sus esfuerzos por internacionalizarse, ni la manera en la que absorben la acción exterior de otros países en su territorio. El índice se calcula para saber cuál es la proyección exterior real de los países independientemente de su reputación o imagen”. Hasta aquí el resumen de las claras explicaciones que expresan en el informe para entender y valorar el mismo.

Voy a referirme exclusivamente al cuadro que detalla los Top 20 primeros puestos de los 100 países considerados. Estados Unidos es el país con mayor presencia global con 2.456,9 puntos, seguido de China con 729,6 puntos y el tercer lugar Alemania con 613,0 puntos.

El resto de los veinte lo conforman en orden de puntuación: Reino Unido, Francia, Japón, Rusia, Canadá, Países Bajos, Italia, Corea del Sur, España, India, Australia, Bélgica, Suiza, Singapur, Brasil, Suecia y Arabia Saudita. Así mis dos artículos anteriores, Tablero de poderes que controlan el mundo, se vinculan con esta reflexión ya que, de alguna manera, en estos países están las elites con el dinero, la tecnología y el poder con el cual controlan el mundo. Para la visión iberoamericana, solo España y Brasil están entre estos 20 top jugadores, pero lamentablemente si nuestros políticos y ciudadanos no son conscientes de lo que representan, el mundo iberoamericano seguirá jugando ocasional y/o circunstancialmente en las grandes ligas de los países y probablemente como reservistas.

Solo la unidad iberoamericana, basada en un profundo cambio de mentalidad y accionar de sus políticos, el control y fuerte sanciones a sus actos corruptos, sus asaltos y saqueos de las áreas públicas, su falta de respeto a las libertades y derechos de sus ciudadanos y sus demagógicas actuaciones a nivel mundial, estaremos siempre marginados, jugando en ligas menores de países o como reservas, sin que consideren nuestras riquezas, extensiones, poblaciones y logros por la mediocridad, irresponsabilidad, pobreza intelectual y visión planetaria de algunos de nuestros liderazgos y de nuestros políticos. Creo que en general y lo más triste, es que aunque cambiemos de gobierno, al parecer en ciertos países iberoamericanos, tenemos los mismos tipos de gobernantes, con otros nombres y uniformes, por lo que no participamos en ningún juego importante a nivel mundial.

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