“Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre apacible”. Patrick Rothfuss

“Cuando deje de indignarme, habrá comenzado mi vejez”. André Gide

Estamos inmersos en la era de la IRA, expresada en todas las palabras que encabezan esta reflexión, a la que usted puede añadir algunas más.

Como nunca, en muchos años, el nuevo siglo está marcado por una o más de las palabras que antes mencionamos para calificar a los países y continentes, según los parámetros con los que evaluemos cada caso.

Lo grave, es que el mal de la I, es una epidemia que no solo afecta a los países denominados del tercer mundo, subdesarrollados o en vías de desarrollo. El mal de la I, está afectando a los principales países del mundo, como Estados Unidos, los países europeos y los países más avanzados de Asia.

Esta situación, nos está llevando aceleradamente a profundizar las crisis, agudizar las diferencias y acercarnos cada vez más a la confrontación y las guerras, cuya gravedad podría llevarnos a la tercera guerra mundial.

Osho, en su libro Poder, Política y Cambio, nos dice que la ira acumulada en los seres humanos,
Individual y colectivamente, en ciertos ciclos o períodos, como el actual, que acumula mucha ira, siempre han generado guerras, que cuando suman eventos, conflictos y situaciones críticas, nos llevan a las guerras mundiales.

Si quienes monitorean y registran estadísticas sobre la pobreza, el hambre, la felicidad, etc. llevarían estadísticas sobre la Ira, constatarían que nos encontramos en niveles muy altos de crispación e Ira.

Quienes amamos la paz, la justicia la equidad y somos tolerantes y solidarios, nos vemos afectados por la Ira, por la imposibilidad de actuar ante los crímenes mundiales contra los niños, las mujeres, los abusos del poder, la corrupción, las diferencias raciales, contra los grupos vulnerables y los más débiles etc., así como contra la naturaleza, los animales y en conjunto contra todas las injusticias y abusos.

¿Será acaso que la teoría de Osho es una realidad y que para depurarse y sanar nuestro planeta, tenemos que sufrir y vivir la tercera guerra mundial?

Lo anterior confirmaría que nunca aprendemos de la historia y que los avances tecnológicos no nos han mejorado y elevado en valores y en la convivencia civilizada, justa y solidaria entre los pueblos que habitamos el planeta Tierra y conformamos una sola humanidad.

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