Textualmente en su párrafo central indica: “El <<Sesgo de Confirmación>> (Confirmation Bias) es la madre de todos los errores de lógica, la tendencia a interpretar la información nueva de forma que sea compatible con las teorías, ideologías, y convicciones que tenemos. Dicho de otro modo: Descartamos las nuevas informaciones que contradicen nuestras opiniones previas (en adelante, denominadas pruebas refutatorias). Eso es peligroso. << Los hechos no dejan de existir solo por obviarlos >>, dijo Aldous Huxley. 

Hasta aquí la cita del libro del autor para que reflexionemos la grave situación en que nos encontramos sumidos en el Ecuador. Si es grave y peligroso a nivel personal y empresarial esa actitud y actuación, a nivel gubernamental y de país es calamitoso y similar y mayor en daños y consecuencias que el terremoto que azotó nuestro territorio.

No aceptar los errores cometidos y buscar justificaciones por medio de varias explicaciones carentes de lógica y ofensivas para la inteligencia.

Vendió el oro, arraso con las reservas (fonditos), mal vendió a futuro el petróleo, se endeudó con China con altísimos intereses, multiplicó y despilfarró en obras faraónicas sin ninguna utilidad, la corrupción campea igual que la droga y muchas más barbaridades más como la represión, el control de la prensa, las limitaciones de las libertades, los nuevos impuestos, etc., etc.

Donde está la lógica, donde está la sensibilidad e inteligencia para saber escuchar, rectificar, admitir que se equivocó.

El Ecuador no es el negocio privado de ningún gobernante y los ecuatorianos somos ciudadanos, no borregos esclavos.

Su sesgo de confirmación mató el Ecuador de la bonanza y a los ecuatorianos que podrían lograr mejoras con una muerte lenta que durará muchos años.

Basta de negación y sesgo de confirmación, por favor rectifique, escuche, acepte que como humano se puede equivocar, convoque a los expertos en cada área. Necesitamos unirnos, no dividirnos, observe el mundo que en los países donde la división reina, no solo se autodestruyen por la guerra sino por su incapacidad de escuchar.

Hay que mirarse en el espejo de Venezuela, Chávez y Maduro, nunca escucharon, nunca dialogaron, nunca aceptaron que se equivocaron, quebraron y saquearon su país y están peor que después de un terremoto.

Igualmente hay muchos países, de diferentes tendencias políticas y religiosas, en varios continentes, cuyos gobernantes actúan en la misma forma equivocada carente de toda lógica. Esto es lamentable y así se multiplican los problemas de los países y sus habitantes y con ellos los del mundo.

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