Aristóteles: “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas”. “Tener muchos amigos. No tener ningún amigo.”

Cicerón: ”Este es el primer precepto de la amistad: pedir a los amigos solo lo honesto y solo lo honesto hacer por ellos”. “La confidencia corrompe la amistad. El mucho contacto la consume; el respeto la conserva”.

Me voy a referir a la amistad entre los seres humanos ya que por extensión también se habla, por ejemplo, de amistad entre países. Considero que lo que hay entre países son intereses, y también entre personas que lo confunden con la amistad, o ideales comunes o políticas y/o identidades, pero que la amistad es un sentimiento humano muy particular e individual y que utilizamos el término amistad para muchas otra cosas como un símil que grafica los sentimientos y valores de la amistad.

Ahora bien como nace una amistad. A lo largo de nuestra vida puede florecer en la niñez, la juventud o a lo largo de los años. Tenemos amigos desde la escuela, el colegio, la universidad o el trabajo. La amistad nace en esos puntos de encuentro de los seres humanos donde se comparten experiencias, vivencias y situaciones que evidencian nuestro ser y hacer y el de quienes nos conocen sintonizados en algunos actos y comportamientos que nos acercan a otros seres, a otras almas, de una manera diferente, especial, generando ese sentimiento de amistad. En ese ser y hacer pueden variar las circunstancias desde: deportes, fiestas, bailes, juegos, aficiones comunes, negocios, encuentros sociales, políticos y un largo etcétera. Ahora debemos además incluir las nuevas tecnologías entre ellas, Internet, con la que muchos hacen amigos.

Hay que saber diferenciar la amistad de los “conocidos/amigos” y la de los verdaderos amigos, para no equivocarte y esperar lo que no debes de la relación.

Aquí vuelvo a lo expresado al inicio por Aristóteles y pido a los lectores que revisen en el recuadro de las citas de los grandes pensadores, los profundos y variados pensamientos sobre la amistad.

La amistad es un valor, un sentimiento tan noble que las religiones lo ensalzan. Cuantas veces no hemos escuchado por ejemplo que: “Hay un amigo que nunca te falla: Jesús.”

La amistad tiene momentos en los que se la puede vivir y sentir intensamente en sentido positivo o negativo, que nos puede ser enormemente gratificante o frustrante y nos puede causar alegría o dolor al igual que el amor.

Uno no debe pretender nunca poseer amigos, así evitará celos en la amistad, únicamente tenerlos con las distancias y espacios que permitan las diferencias, las individualidades y el mutuo respeto. En la amistad, como en todos los excesos, los fundamentalismos no son buenos elementos para conservarla y desarrollarla.

Piensa que si tienes un verdadero amigo tienes un tesoro, consérvalo y no lo mal utilices o derroches.

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