El populismo, entre otra características, siembra odios y divisiones entre los segmentos de la sociedad, entre los ciudadanos y sus organizaciones, entre regiones y ciudades.

El arma de dividir para dominar, imponerse y controlar todo para logar sus objetivos, manipular las instituciones públicas, cambiar las leyes y normas en su beneficio, no solo en lo político, sino además en lo personal o grupal para su enriquecimiento ilícito, generalizando la corrupción, el abuso, la represión y el odio que ahora vemos cómo corroe a muchos países en el mundo.

Lo expresado no es exclusivo del tercer mundo, analicemos el caso de Donald Trump en Estados Unidos. ¿Por qué siembra el odio a los migrantes dividiendo a la sociedad norteamericana, polarizándose especialmente contra México y los mexicanos? Será acaso, como el ejemplo más claro del populismo, que su fracaso en los negocios inmobiliarios en México lo llevan por su prepotencia, soberbia y complejos de superioridad, primero a contradecirse ya que se expresó muy bien de México antes de sus fracasos.  Para entender la situación invito al lector a visitar: www.forbes.com.mx/no-hagan-negocios-con-mexico-dice-donald-trump/ 

El documento menciona además el Twitter que Trump circuló en su día y dice: “Tengo una demanda en el corrupto sistema judicial mexicano que gané y que, hasta ahora, no he podido cobrar.  ¡No hagan negocios con México!”

¿Con lo expresado no es acaso populista y tercermundista mezclar lo privado con lo público?.  Pretender manejar la política exterior de Estados Unidos y amenazar con terminar el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, además de construir el muro con dinero de México en la frontera común.  Realmente es increíble lo que estamos observando y más aún el crecimiento del odio racial, la discriminación y el atraer el voto de los extremistas de los movimientos de la superioridad de la raza blanca. ¿Puede haber un político algo más populista y tercermundista?

Es el mismo caso de políticos y partidos europeos, asi como de los asesinos fundamentalistas islámicos, de acusar de todos los males a los Estados Unidos y occidente de sembrar no sólo el odio sino los cadáveres de los que asesinan u obligan a exiliarse en todo el Medio Oriente.

Me pregunto cuál es la frontera entre el populismo y el terrorismo. Basta ver a Venezuela, Cuba y los países del Socialismo del Siglo XXI, con expresiones y acciones igual que Trump, soberbios, prepotentes, opresores, sembradores de odio y divisiones.

Usted saque las conclusiones.

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