“Tarde o temprano seguro que la naturaleza se vengará de todo lo que los hombres hagan en su contra”. Johann H. Pestalozzi.

Todos los días los medios de comunicación nos traen preocupantes y alarmantes noticias de las catástrofes naturales que cobran muchas vidas diariamente. Terremotos, volcanes, inundaciones, intensas lluvias y nevadas, deslizamientos, tornados, sequias y muchos otros fenómenos naturales mediante los cuales nuestro planeta Tierra nos da avisos de la situación límite en que se encuentra.

Nos está diciendo que la estamos asesinando, pero somos tan torpes que no reaccionamos en la forma urgente que requiere esta grave situación y lo que es aún peor, asesinar al planeta es cometer un suicidio masivo de los seres humanos. Nos estamos suicidando pues hemos asesinado a la madre Tierra que nos da vida, nos alimenta y sustenta.

¿Cuánto tiempo más y cuántas vidas más requeriremos para implementar medidas urgentes en forma global?

Están muy bien los acuerdos para implementar medidas a mediano y largo plazo. El problema es que no creo que tengamos esos plazos y que en razón de ellos afrontaremos cada día más y más catástrofes naturales en todos los continentes.

Deberían las naciones más desarrolladas en tecnología junto con sus mejores profesionales recomendar medidas urgentes de inmediata aplicación. Por ejemplo, detener la tala de bosques y la quema de los residuos que generan contaminación ahora, no en cinco, diez o cincuenta años e implementar controles mundiales y sanciones para quienes contaminen los océanos, ríos y lagos.

Así como vamos, no podremos respirar sin enfermarnos ni beber agua sin las mismas consecuencias y por ello no podremos vivir al cometer el más grande suicidio colectivo mundial por asesinar a nuestro planeta.

Este llamado, un poco dramático si se quiere, es por la urgencia con que debemos resolver esta crisis de la cual al parecer hay poca conciencia y se piensa que tenemos tiempo.

El cambio climático es una realidad que ya no se puede ocultar y sus consecuencias no se solucionan con medidas de tratamiento de aspirinas. Se necesitan medidas urgentes de cirugías mayores. Por lo pronto, cada ciudadano responsable haga lo suyo, no por sanciones sino por responsabilidad propia y no ser cómplice del asesinato de la madre tierra.

De uno en uno se suman millones y con muchos millones trabajando juntos salvaremos a la madre tierra, que todos los días con sus avisos nos advierte y solicita acciones para sobrevivir.

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