Jueves, 15 Agosto 2013 00:00

Vasos Comunicantes para el Mundo

Valora este artículo
(2 votos)

Para comprender esto, aparentemente sencillo, utilizaremos como ejemplo los vasos comunicantes. Si llenamos uno de ellos con cualquier líquido, éste se distribuirá por igual y al mismo nivel en los restantes vasos. Ese es precisamente el proceso en la acción y resultante de lo individual a lo comunitario y planetario. Así tenemos que, si cada ciudadano es limpio y ordenado, las resultantes comunitarias en la ciudad y país serán la de unas ciudades y países limpios y ordenados y así un mundo mejor.

El lector se preguntará a qué viene todo esto, pues sencillamente a que el momento histórico que vive nuestro mundo demanda de todos y cada uno de los ciudadanos y habitantes del mismo, para que nuestros comportamientos nos conduzcan a la superación de la crisis en lo espiritual, en lo moral, en lo económico y en lo ambiental.

Si cada uno de nosotros realiza un esfuerzo de superación en los campos citados, la gran suma de ellos cambiará nuestros pueblos y ciudades, cambiando nuestros países y así cambiamos al mundo.

Necesitamos en lo espiritual, comunicar los valores universales dentro de cada nación y que éstos a su vez, por ese proceso de vasos comunicantes viertan su caudal y todos sus valores, con la misma fuerza, en los restantes para nivelarnos, igualarnos y enriquecernos unos a otros, fortaleciendo e incrementando la unidad, la paz y la justicia mundial. Ello permitirá superar las barreras historias, culturales, climatológicas, raciales, económicas y de toda índole, que de alguna manera nos separan.

Los vasos comunicantes deben funcionar en nuestro planeta. Para ello necesitamos además de nuestro esfuerzo individual y apertura mental, contar con el aporte de todos los medios de comunicación, prensa, radio, televisión, internet, porque ellos son y deben funcionar como las tuberías que comunican con fluidez entre sí a nuestros vasos comunicantes.

Efectuada la comunicación espiritual, vayamos a la moral.

Los valores imperecederos de honradez, capacidad, mutuo respeto, no pueden relegarse al último lugar y permitir que sus opuestos, tales como deshonestidad, codicia, corrupción, incapacidad e irrespeto sean los que fluyan por nuestros vasos, contaminando y destruyendo la esencia misma de nuestros países.

Rechacemos y sancionemos en nuestro medio, ya sea empresarial, familiar o individual, al deshonesto, al incapaz, al irrespetuoso, al corrupto, para que nuestra acción en cada vaso comunicante fluya a los demás, permitiéndonos recuperar en los mismos, los niveles saludables que nos permitan lograr mejores días para nuestro planeta.

Finalmente, nos queda lo económico: del control de nuestro gasto al control del gasto comunitario. De la responsabilidad y cuidado en el manejo financiero personal, eliminando lo superfluo, optimizando el uso de nuestros recursos; a lo colectivo de nuestras instituciones locales, nacionales y mundiales. De la conservación de nuestros bienes y patrimonios individuales, a la conservación idéntica de los colectivos. Del ahorro personal, para generar riqueza al colectivo.

En resumen, mantengamos una excelente forma de ser y actuar en lo individual, transmitiéndola a lo colectivo. Que ello además, implique un comportamiento igual en cada país. Que el líquido portador de valores positivos, actuaciones acertadas, actitudes correctas, acciones constructivas y solidarias por el efecto de los vasos comunicantes, se vierta y circule de lo individual a lo colectivo y de un país a otro, equilibrándonos, engrandeciéndonos, enriqueciéndonos, uniéndonos en beneficio de todos los que hacemos este pequeño pero gran planeta.

Gracias por visitar Pensar.ec
Para que tu vida tenga sentido

COPYRIGHT ©PENSAR.EC
Todos los textos tienen derechos reservados / All Right Reserved

 

Visto 13609 veces

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.