Martes, 22 Enero 2013 02:36

El Amor - Elizabeth Pazmiño Torres

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Bordeaba mis quince años, cuando unos ojos azules se prendaron de mí, parecería ser  una clásica de amor…….

No es así, se trata de una vivencia única de paz, compañerismo, y dulzura. Era 1995, tiempo de conflicto entre Ecuador y Perú, “NI UN PASO ATRÁS“.  Jamás pensé que hoy, después de 14 años, aún arranque de mis ojos una lágrima, no se trata de tristeza, sino de una promesa recordada, hecha a mi Señor de mirar claro…

Eran las doce de la noche compartíamos una boda preciosa. Su mirada cristalina se fijó en mí... Toda la noche, y como estaba acompañado, no se atrevía a acercarse a mi mesa totalmente custodiada por mis padres, solo un “hasta pronto” fue todo lo que conocí de ese caballero.

Mi uniforme de colegio del lunes, se enfrentó con el uniforme del militar de caballería que vi en la puerta de mi casa, un mes después de la fiesta,” tengo listas las entradas para Ricardo Arjona”, me dijo…. Casi se desmaya al saber mi edad, apenas estaba por cumplir mis QUINCE, es imposible….., Seguramente mi figura aparentaba un poco más. Él tenía 25 años, una carrera empezada y un sueño de volar lo más alto que pudiera, siempre lo sentí libre, dulce, amoroso, cuidadoso, generoso, compañero en todos mis proyectos, lo mismo encontró en mí, y luego de organizarse, vivimos la experiencia más maravillosa que un ser humano puede vivir, el amor, sin interés, sin miedos, lejos de todo tema material que hoy encontramos a diario.

Hoy a mis 29 años, puedo dar testimonio de lo difícil que resulta que una persona ame a otra de forma tan transparente como la viví, y de lo afortunada que fui al conocer esta maravillosa experiencia, era de aquellas personas, que de cualquier manera, se las arreglaba para hacerme feliz. Porque ahora he comprendido que la única forma de ser feliz es hacer feliz a tu pareja, pues si ambos entienden el mensaje…. Vivirán dentro de un compromiso incondicional.

Una llamada 8 meses después de ser enamorados, me invadió de pánico y ausencia, al grito de Patricio Altamirano ha fallecido en un accidente de avión, dejó mi vida en shock, era muy temprano para saber cómo enfrentar algo así…..

El propósito de esta carta es contarles lo que mi novio me dijo antes de tener el accidente que provocara su muerte, y hacer un pequeño homenaje a su Body (en idioma castrense militar "mejor amigo")

Deseo decretar que todo en la vida tiene un propósito de aprendizaje. “¡No desmayes en tus proyectos linda!, me dijo, una mujer como tú siempre saldrá adelante, aprovecha la belleza que Dios te dio, no debes temer, que el miedo no te invada nunca, pues la fortaleza está en ti, y deja ir lo que no sea para ti….Cuídate siempre mi amor.”

Sólo entendí sus palabras al día siguiente, cuando me enteré de su muerte, el Body se salvó, pues cambió el puesto en la avioneta, pero su destino estaba, también marcado en un nuevo accidente, esto ocurrió en la Gonzales Suárez de la ciudad de Quito en este año 2009, Capitán Julito Zaldumbide falleció junto a su familia. Ahora Julio y Patricio amigos entrañables están juntos, volaron lo más lejos que pudieron.

Deseo concluir con mi pensamiento “Cuando amas entregas todo, no importa lo que sea, lo das sin pensar…. y como una magia fuera de este mundo que te invade, recibes mucho más que llena tu espíritu para siempre”.

¡Adiós mi amor! me enseñaste muchas cosas, gracias, Dios te guarde.

 

 

 

 

 

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