Mostrando artículos por etiqueta: naturaleza
Por: Joseph Garzozi Buchdid.-
“El amor es el arquitecto del universo”.
“En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido, no existe amor verdadero en este mundo”.
“En la adversidad, las dificultades, las enfermedades, descubrirás quien te aman.”
“¿Hay un precepto que puede guiar la acción de toda una vida? Amar”.
“El amor es la fuerza más importante en el desarrollo de nuestra vida física, emotiva y espiritual”.
El último pensamiento de Ashley Montagu resume en dos líneas esta reflexión sobre la fuerza del amor. Como toda energía y dentro del concepto de la dualidad, la fuerza del amor en positivo, puede lograr muchas cosas, transformar el mundo para mejorarlo en valores, convertirnos en mejores seres humanos, darnos la felicidad tan anhelada por todos y nos permite crecer como seres humanos, acercándonos al amor perfecto del creador Dios, para los creyentes.
Pero así mismo, a su opuesto Satanás, si esa poderosa fuerza que es el amor nos lleva por el lado oscuro y negativo de la codicia, la corrupción y para lograrla, el poder mal utilizado la fama, el narcisismo, el sexo, el placer, las drogas, etc. Así lo expresa Charles Morgan: “El amor es una forma de sufrimiento. Es absoluto como la fe: es la razón de la vida y debe existir por sí mismo”.
Por: Joseph Garzozi Buchdid.-
“En la naturaleza no hay recompensas o castigos: hay consecuencias”.
“El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente”.
“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.
Esta es una reflexión y un angustioso llamado a la humanidad para que tomemos conciencia y actuemos con carácter de urgencia todos los habitantes del planeta, ante la gravísima situación de nuestro hogar común, la Tierra.
Por: Joseph Garzozi Buchdid.-
Nadie en nuestro planeta es ajeno al incremento de los desastres naturales en todos los países y continentes.
Su incremento, fuerza y frecuencia, es como un grito desesperado de la Tierra para decirnos ¡basta! Me están matando y con ello lo están haciendo con todos los seres vivos, para terminar suicidándose los humanos.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, nos da las siguientes cifras: “2.100 millones de personas carecen de agua potable en el hogar y más del doble no disponen de saneamiento seguro.” Como resultado, 361.000 niños menores de 5 años mueren cada año a causa de la diarrea.
Los objetivos para mejorar y cambiar estas cifras en mejores resultados serán, según mi criterio, muy difíciles de lograr. Pues por un lado contaminamos más nuestras fuentes de agua con todos los desechos y químicos que generamos, y luego pretendemos purificar esas aguas contaminadas con mayores recursos económicos y menores resultados ante la creciente población. Es un círculo vicioso.
Con los gritos desesperados del planeta (desastres naturales) que no atendemos ni entendemos, la situación irá a peor. Ciudades destruidas y sus plantas potabilizadoras, sus centrales eléctricas, sus líneas de distribución en todos los campos, al igual que las de comunicación destruidas y afectadas, sumadas a los países afectados por conflictos armados, guerras, crisis económicas y sanitarias, proyectan un desalentador futuro.