El Socialismo del Siglo XXI es una franquicia política administrativa y de poder creada por Cuba o apoyada por la izquierda latinoamericana, oficializada por el Foro de Sao Paulo, aplicada en su totalidad con fatales resultados, en procesos congelados momentáneamente en Brasil, que repatrió a los 8000 “médicos”, en realidad la mayoría paramédicos y todos adoctrinadores en desarrollo, en Bolivia y México y en diversos niveles en Latinoamérica, donde como en el caso de Ecuador está en suspenso y trabajando con nuevas máscaras que usan sus líderes para mantenerse en el poder, sin haber recuperado nada de los 70.000 millones estimados, que malversó el gobierno correísta socialista del siglo XXI, el más corrupto de la historia del Ecuador y totalmente aplicada en Venezuela, que pasó de ser el más rico al más pobre, perdiendo millones de sus habitantes que emigran.

En resumen, llenan de promesas y dádivas a un pueblo que los educa y lava el cerebro para convertirlos en esclavos, totalmente dependientes del estado para sus ingresos y sustentos, convirtiéndolos en funcionarios públicos de la gran empresa de enriquecimiento, corrupción, narcotráfico y más, que maneja el Estado con la sociedad formada por políticos del Socialismo del Siglo XXI, parte del ejército, parte de la policía y grupos de represión, como socios que reciben del saqueo total del país, amparado por sus otros accionistas que trabajan en la justicia, las autoridades electorales, los diplomáticos y todas las estructuras del Estado que expropió y adueñó de todas las empresas e industrias, dejando solo a las que se asociaron con ellos. Todo esto y mucho más, lo vemos en Venezuela con absoluta claridad que además, al controlar todos los medios de comunicación e información se auto alaban y neutralizan las críticas y la oposición.

Los que no están en el régimen y/o no son sus simpatizantes, o se mueren de hambre o enfermedades o emigran para sobrevivir. Esa es Venezuela y eso es lo que le espera a Argentina y a todos los países cuyos habitantes quieren que el Estado les de todo, convirtiéndose en ciudadanos esclavos y dependientes del Estado, por lo que tienen que votar por el Socialismo del Siglo XXI. Deben votar con el cerebro y no con el corazón, luchar para recuperar su dignidad y libertad o emigrar.

Esperamos que el pueblo argentino abra los ojos, si ahora tiene problemas……., después tendrán además de problemas, hambre, enfermedades, crisis en todos los campos, y la esclavitud dependiente, sin futuro. NO A ARGENZUELA.

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