Desde que era un niño el tema de los Extraterrestres ha causado una gran atención en mí.
De hecho he leído muchas historias bien documentas y creativas al punto de ser creíbles. Pues en mis investigaciones me encontré que el tema de los “extraterrestres” es un viejo sueño que aún siguen en la mente de los “terrestres”. Esta idea no ha sido creada por escritores modernos de ciencia- ficción.
Hace unos veintitrés siglos, un filósofo griego llamado Metrodoro enseñó que un universo que solo contuviese un mundo habitado sería tan inverosímil como un gran campo en el que solo creciese una espiga de trigo. Lucrecio, poeta romano del primer siglo A.C., escribió que “en otras partes del espacio hay otras tierras y diversas razas de hombres”.
Esta enseñanza sobre una pluralidad de mundos tuvo la desaprobación de la cristiandad (La Iglesia Romana) durante muchos siglos. Sin embargo, desde alrededor del año 1700 hasta los comienzos de nuestro siglo, la mayoría de la gente educada, incluso algunos de los mayores científicos de la historia, creían firmemente que existía vida en otros mundos.
Esta pregusta fue planteada originalmente en 1950 por el físico nuclear Enrico Fermi, la pregunta remataba un argumento que más o menos dice que si ha surgido vida inteligente en otros planetas de nuestra galaxia, ahora tendrían que existir muchas civilizaciones que estén millones de años más adelantadas que la nuestra.ace mucho tiempo que deberían haber descubierto el viaje interestelar y haber recorrido la galaxia, colonizándola y explorándola a voluntad. Así que, ¿dónde están?
Aunque es cierto que algunos científicos de SETI se desconciertan ante esta “paradoja de Fermi”, suelen responder a ella indicando lo difícil que sería realizar viajes interestelares. Aun viajando a la velocidad de la luz, por descomunal que parezca dicha velocidad, una nave espacial necesitaría cien mil años para atravesar tan solo nuestra galaxia, y se considera imposible superar esa velocidad.
Los relatos de ciencia-ficción sobre naves espaciales que van de un astro a otro en cuestión de días u horas son, como su nombre indica, pura fantasía, no ciencia. Las enormes distancias interestelares se escapan a nuestra comprensión.
Pero SETI no pierde las esperanzas. Ellos confían tanto en los radiotelescopios; piensan que aunque es muy posible que las civilizaciones avanzadas no hiciesen viajes interestelares, sí es probable que buscasen otras formas de vida valiéndose del método, relativamente barato y fácil, de las ondas de radio. No obstante, la paradoja de Fermi todavía les obsesiona.
Son varios los científicos que empiezan a darse cuenta de que sus colegas han hecho demasiadas afirmaciones optimistas al tratar esta cuestión y sugieren que hay una cantidad mucho menor de civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia. Algunos han dicho que no existe más que una: la nuestra, otros, que desde el punto de vista matemático debería haber menos de una, de forma que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí.
No es difícil entender la razón de su escepticismo. Podría resumirse con dos preguntas: si existiesen tales extraterrestres, ¿dónde vivirían? Y, ¿cómo llegaron a ese lugar?
“Vivirían en planetas”, podría ser la respuesta de algunos a la primera pregunta. No obstante, solo hay un planeta en nuestro sistema solar cuyas características no son totalmente hostiles para la vida, y ese es el que nosotros habitamos. Sin embargo, ¿qué puede decirse de los planetas que giran alrededor de los otros miles de millones de estrellas de nuestra galaxia? ¿No podría haber vida en algunos de ellos? La verdad es que hasta la fecha los científicos no han demostrado de manera concluyente la existencia de un solo planeta fuera de nuestro sistema solar. ¿Por qué no?
Porque detectar un planeta es muy difícil. Ya que las estrellas están tan lejos y los planetas no emiten luz propia, detectar incluso un planeta gigantesco, como Júpiter, equivaldría a tratar de localizar una mota de polvo que flotase alrededor de una potente bombilla situada a kilómetros de distancia.
Aun en el caso de que existan tales planetas —y se ha acumulado cierta prueba indirecta de que así es— esto todavía no significa que su órbita gire precisamente alrededor de la clase idónea de estrella, que estén en la zona galáctica idónea, a la distancia idónea y que su tamaño y composición sean los idóneos para que haya vida en ellos.
La Evolución: Un fundamento que aún no es creíble.
Ante esta gran cuestión de vida, si preguntáramos a un científico como se originó la vida en los extraterrestres, este sin duda alguna nos contestaría: por evolución. Al parecer la comunidad científica que avala la vida extraterrestre ha certificado que la vida extraterrestre ha llegado a existir al igual que la vida humana, por evolución, de una materia inanimada, además al parecer los “planetas” en que los extraterrestres han evolucionado contarían con las condiciones de vida que nosotros conocemos, “en el lugar apropiado, en el momento apropiado”.
Para muchos científicos, parece lógico creer que si la vida evolucionó de materia inanimada en este planeta, lo mismo podría haber sucedido en otros planetas. Pero lamentablemente esta teoría aun no encuentra en la Tierra un verdadero fundamento para ser creíble.
La religión sigue los mismos pasos.
La Iglesia Católica todavía contempla la evangelización de otros mundos. Los astrónomos de la Santa Sede dedicados a la búsqueda de formas de vida inteligente en el espacio exterior han valorado ya las implicaciones teológicas de que se encuentren este tipo de seres. “¿Bautizar a los extraterrestres? ¿Por qué no? —Preguntó el jesuita George Coyne, director del observatorio del Vaticano en Italia—. Si un día tenemos la oportunidad de encontrarnos con ellos, estaríamos obligados a pensar en el problema.” Coyne lo ve de esta forma: “En primer lugar, tendríamos que hacer a los extraterrestres una serie de preguntas, como por ejemplo: ‘¿Han tenido ustedes alguna vez la misma experiencia que Adán y Eva, esto es, un pecado original?’. Y como consecuencia: ‘¿Conocen también la existencia de un Jesús que los redimiera?’”. Si la respuesta es negativa, entonces “ciertamente se plantearía el problema de su evangelización”.
Ante este hecho los sacerdotes del observatorio del Vaticano y su director George Coyne han llegado a la siguiente conclusión: “Los terrícolas no somos las únicas criaturas de Dios en el universo: Él también creó extraterrestres”. A fin de llevar el evangelio a los extraterrestres, varios monasterios han estado enviando el Nuevo Testamento al espacio en mensajes codificados.
Me gustaría agregar dos preguntas más que la parecer a Coyne se le escapó, yo preguntaría a los extraterrestres ¿Han evolucionado Ustedes de algún tipo de “mono” o especie primitiva de su planeta? ¿Pueden Ustedes explicar la teoría de su evolución de forma inanimada alguna, a los seres que ahora son? Ante ello, si hay una respuesta; sería bueno nuestros científicos terrestres escuchen y aprendan para que puedan explicar la teoría de evolución terrestre. (Un legado darwinista que por más de 200 años ha carecido de verdaderos fundamentos.)
Al final de todo pregunto yo “¿Hay alguien ahí fuera?” la ciencia no ofrece ninguna base para creer en la existencia de vida en otros planetas. A medida que transcurren los años y continúa el silencio en los astros, SETI deja cada vez más desconcertados a los científicos que creen en la evolución. Si es cierto que de la materia inanimada evolucionaron libremente diversos tipos de vida, entonces ¿por qué no oímos nada de ellas en este vasto universo? ¿Dónde están?
Por otro lado, si la pregunta entra en el terreno de la religión, ¿cómo puede responderse? ¿Creó Dios vida en otros mundos?
¿Que piensa Usted? ...¿Hay alguien ahí fuera?”
Definiciones de SETI:
SETI es el acrónimo del inglés Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre.
Existen numerosos proyectos SETI, que tratan de encontrar vida extraterrestre inteligente, ya sea por medio del análisis de señales electromagnéticas capturadas en distintos radiotelescopios, o bien enviando mensajes de distintas naturalezas al espacio con la esperanza de que alguno de ellos sea contestado. Hasta la fecha (2010) no se ha detectado ninguna señal de claro origen extraterrestre, sin incluir la todavía sin definir Señal WOW!
Los primeros proyectos SETI surgieron bajo el patrocinio de la NASA durante los años 1970. Uno de los proyectos más famosos, SETI@Home, está siendo apoyado por millones de personas de todo el mundo mediante el uso de sus computadoras personales, que procesan la información capturada por el radiotelescopio de Arecibo, emplazado en Puerto Rico.
Me agrada la idea, es urgente que nuestra gente piense...