Los dos pensamientos que encabezan esta reflexión nos sitúan en dos realidades permanentes del ser humano.
Podemos estar rodeados de gente y sentirnos solos, y esto es una condición humana única que nos hace sentir el valor de nuestra individualidad y la necesidad de nuestra colectividad.
Esta reflexión es más un ejercicio de cómo la soledad tiene otras connotaciones en el entorno de la modernidad y la híper conectividad.
Estamos muchas veces en contacto diario con muchas personas por medio de las redes sociales. Muchos de esos contactos nacieron de un conocimiento y contacto físico personal, otros son producto de los contactos cibernéticos por los diferentes medios de internet y las redes sociales.
Esto último, en muchos casos, crea una dependencia día a día de tener el teléfono celular o la laptop conectándonos con los diversos contactos para sentir la gratificación de que tenemos amistades o popularidad, aunque un sentimiento profundo nos dice que estamos solos porque no existe el contacto personal ni la química gratificante de estrechar las manos, darnos un abrazo o un beso.
Cuando nuestros contactos humanos son mínimos o inexistentes son remplazados por los sitios de diversos contenidos en el mundo cibernético, incluidos los de la música que llenan nuestros vacíos y soledades proyectando en el entorno nuestras importantes conexiones, aunque sean ficticias por ser solo cibernéticas.
La modernidad de la híper comunicación es una hermosa y poderosa herramienta de contacto diario y permanente a nivel mundial. Pero está de alguna manera transformando nuestras relaciones físicas y toda la profunda y gratificante química del contacto personal.
Muchos padres han encontrado en todas estas formas y equipos electrónicos una manera de neutralizar y evitar tener que atender a sus hijos, que desde niños son drogados electrónicamente por sus padres y otras personas para que así “no los molesten”, anulando y distanciando el mutuo conocimiento y las responsabilidades de formación y educación personal, dejando que se formen en el mundo cibernético con graves consecuencias, entre ellas la radiación de los teléfonos que mata las células y destruye la salud de estas generaciones nuevas con cánceres que las afectarán. La gran contradicción es que con la modernidad supuestamente estas más y mejor comunicados, cuando en realidad hemos creado una muralla invisible, cibernética que nos aísla y distancia, haciendo que la modernidad incremente y deforme nuestra soledad creando distancias con nuestros contactos personales.
Aquí una vez más hay que mantener equilibrios y usar sin abusar los beneficios de la ciber comunicación sin olvidar mantener el contacto personal para no convertirnos en ciber solitarios, híper conectados y super aislados.
Concluiré con estos grandes pensamientos que nos recuerdan y permiten reflexionar sobre nuestra soledad.
“La soledad es donde se descubre que uno no está solo.” Marty Rubin
“Todos hemos conocido la larga soledad y hemos encontrado que la respuesta es la comunidad”. Dorothy Day.
“Nunca estarás solo si aprendes a hacerte amigo de ti mismo”. Anónimo
“No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino: Si México quiere ser tendrá que ser moderno”. Octavio Paz
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